Ministra de la Mujer recibió a representante de la Articulación de Mujeres Indígenas del Paraguay

Indigenous woman meeting with the Ministry of Indigenous Women in Paraguay

La Ministra de la Mujer, Nilda Romero Santacruz, acompañada de la Jefa de Pueblos Originarios, Paulina Villanueva, se reunió en la fecha con la representante de la Articulación de Mujeres Indígenas del Paraguay (MIPY), Tina Alvarenga, quien presentó en la ocasión la sistematización del Segundo Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas del Paraguay, realizado en diciembre de 2019, donde se encuentra las conclusiones y recomendaciones de las mujeres reunidas. Así como un estudio realizado por ONU Mujeres sobre Participación Política y Mujeres Indígenas.
*Ver más:* https://bit.ly/3jLvBDD

Un ENCUENTRO que hizo un trabajo maravilloso que culminó con estas:

《Declaración del II Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas de Paraguay》
“Defensoras de la Identidad y de la vida… somos visibles”
Casa de Retiro Emaús, Luque
3, 4 y 5 de diciembre de 2019
Articulación de Mujeres Indígenas de Paraguay (MIPY)
DECLARACIÓN
Mujeres de 15 pueblos indígenas que habitan el Paraguay, en nuestros diferentes ciclos vitales, reunidas los días 3, 4 y 5 de diciembre de 2019 en la Casa de Retiros Emaús (Luque) en el II Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas, reafirmando los símbolos que identifican a nuestras comunidades, analizando en conjunto las dificultades y necesidades que afrontamos en nuestros territorios, así como las responsabilidades y nivel de respuestas de las instituciones del Estado a nuestros reclamos de atención y cumplimiento de nuestros derechos y DENUNCIAMOS:

La persistencia de la extrema pobreza en varias de nuestras comunidades que subsisten aisladas, abandonadas y con escasa atención a sus necesidades básicas por parte del Estado. El lento proceso para resolver los problemas de la propiedad de la tierra (recuperación, demarcación, titulación y defensa), agravados por actuales despojos territoriales en detrimento nuestro y a favor de grandes productores (sojeros y ganaderos) nacionales y extranjeros que provocan el desplazamiento de nuestras familias hacia los cinturones de pobreza de las zonas urbanas y convierten en mendigos a nuestras mujeres y niños. El alquiler de nuestras tierras a terceras personas por parte de algunos líderes, sin consentimiento de la comunidad; y la parcialidad expresa que demuestran algunos fiscales y jueces en los litigios judiciales por la recuperación territorial, a favor de quienes nos arrebatan nuestra propiedad. El grave problema de falta de acceso a un sistema de agua potable, principalmente en la Región occidental, así como el envenenamiento de nuestros ríos y arroyos por parte de sectores que solo buscan el lucro y, sin pensar en las próximas generaciones, destruyen el ambiente y nuestros bienes naturales. Resaltamos además que el Proyecto de Acueducto en el Chaco está pensado para los grandes productores y no para resolver el problema de falta de agua de en nuestras comunidades. La deuda histórica en materia de salud y educación que se traduce en enfermedades y muertes evitables, deserción escolar, frustración de nuestros jóvenes ante la imposibilidad de seguir estudiando por falta de colegios accesibles y pensados desde la cosmovisión y necesidades de los pueblos indígenas. Todavía hay comunidades que no cuentan siquiera con un puesto de salud, con medicamentos, y cuyos habitantes deben andar varios kilómetros en busca de atención médica.

La falta de cumplimiento de nuestro derecho a la educación. Los maestros y maestras indígenas enfrentan dificultades hasta para hacer llegar sus carpetas en los concursos para acceder a los cargos. Las becas de estudios universitarios son incompletas y escasas y no contemplan la situación de pobreza de los jóvenes
indígenas. La falta de instituciones educativas en las regiones no permite a los niños y jóvenes completar sus estudios sin tener que alejarse de sus comunidades, y la falta de merienda escolar durante todo el año lectivo obstaculiza la permanencia en las aulas. El aumento de los casos de abuso sexual, drogadicción y alcoholismo entre los jóvenes debido a la falta de oportunidades educativas y laborales. La falta de agilidad del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat, para concretar los planes destinados a las comunidades indígenas, en ocasiones llevan años mientras familias enteras viven bajo carpa aguardando que comience la
construcción de las casas y culminen los trámites de recuperación de sus tierras. La discriminación que subsiste en muchas instituciones públicas, incluyendo gobernaciones y municipalidades, en las que nuestros pedidos y reclamos no hallan eco y nos tratan de “pedigüeñas”, fastidiados por nuestra insistencia ante
la falta de respuestas. La incontrolable deforestación que afecta a muchas de nuestras comunidades
y que se traduce en la destrucción de los pocos bosques que quedan, privándonos de nuestro principal centro natural de abastecimiento, y obligándonos a abandonar nuestros sistemas alimentarios tradicionales y saludables. La progresiva pérdida de la identidad cultural y lengua propia en muchas de nuestras comunidades, por falta de apoyo del Estado a las artesanas, a los ancianos y ancianas, quienes son la memoria viva que transmiten los valores, la lengua, pautas de crianza, usos y costumbres. El acoso sexual, la violencia intrafamiliar, el embarazo adolescente y el sistema patriarcal que padecemos las mujeres en las comunidades, y la desprotección por parte de las instituciones cuando denunciamos estos hechos de violencia. La falta de apoyo a las artesanas que han convertido su labor en un medio de vida y esperanza para las familias, pero que no cuentan con el respaldo y acompañamiento necesarios para la comercialización de sus productos y acceder a las materias primas que utilizan en la confección de sus artículos, porque se privatizan o destruyen los bosques. La reducida participación de las mujeres en los liderazgos de los pueblos indígenas, con apenas 6% de cacicas y lideresas. En tal sentido, resaltamos la necesidad de capacitar desde la perspectiva de igualdad de género dentro de las propias comunidades. La falta de atención por parte de las municipalidades, gobernaciones y del Gobierno central a las poblaciones indígenas desplazadas hacia zonas urbanas, que contemplen programas de reinserción y eviten que caigan en la mendicidad. La desocupación por falta de oportunidades laborales tanto para los adultos como para los jóvenes en edad de trabajar, que los obliga a migrar y a separarse de sus familias.

Frente a esta adversa realidad,
EXIGIMOS:

  • Gratuidad de los servicios de agua y luz, provisión de agua potable y construcción de caminos para nuestras comunidades.
  • Centros de rehabilitación para niños y jóvenes que caen en drogadicción y
    centros para atender a niños con discapacidad.
  • Que nuestros pedidos presentados a las instituciones sean atendidos, que el
    INDI cumpla sus funciones y respete las asambleas comunitarias, que se agi-
    licen los trámites en el INDERT y que haya asistencia técnica en agricultura
    y ganadería.
  • Trabajo mancomunado entre todas las instituciones del Estado para desa-
    rrollar las políticas públicas que necesitamos.
  • Capacitación para elaborar y ejecutar proyectos y articulación e involucra-
    miento de las instituciones públicas con las organizaciones existentes en las
    comunidades para desarrollar estos proyectos y seguimiento de los mismos
    hasta que se concluyan.
  • Aseguramiento de tierras y transferencia de títulos, frenando el alquiler de
    las tierras indígenas.
  • Puestos de salud con medicamentos y ambulancias con combustible.
  • Agilización de reconocimiento de líderes y pleno cumplimiento de Ley
    N.º 6279/19 “Que establece la obligatoriedad de la incorporación de los in-
    dígenas en las instituciones públicas”.
  • Que el Instituto Paraguayo de Artesanía asuma sus responsabilidades con las
    mujeres artesanas indígenas
  • Capacitación de las mujeres sobre leyes que favorecen a los pueblos indíge-
    nas y sobre liderazgo.
  • Respeto al principio de consulta previa, libre e informada por parte de las
    Agencias internacionales y el Gobierno antes de aprobar los proyectos
  • Mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones en las comuni-
    dades e inclusión de las mujeres en todas las organizaciones con representa-
    ción indígena, que generalmente integran solo hombres.
  • Garantía de nuestro derecho a la educación, con merienda escolar a tiempo
    que permita a niños y niñas permanecer en el sistema escolar, rubros para
    que artesanas enseñen en las escuelas a niños y adolescentes y educación
    sexual.
  • Proyectos de vivienda digna adecuados a nuestro territorio, fuentes de traba-
    jo y apoyo para la instalación de locales para promoción y venta de nuestra
    artesanía.
  • A las oenegés, acompañamiento con técnicos y con asesores jurídicos.
  • Respeto por parte del Estado al territorio, a la lengua y cultura indígena.
  • Apoyo a jóvenes indígenas, involucrándoles en todas las instituciones, pro-
    veyendo becas sin limitar número.
  • Presencia del Registro Civil en las comunidades para facilitar el derecho a la
    identidad.
  • Que las instituciones públicas y privadas destinen presupuesto diferenciado
    para encuentros con mujeres indígenas.
    Pedimos que todas estas demandas y exigencias sean tomadas en
    cuenta en el Plan Nacional para Pueblos Indígenas.
    Entretanto, las mujeres indígenas organizadas,
    NOS COMPROMETEMOS A:
  • Seguir fortaleciendo nuestras organizaciones que congregan a las mujeres y
    a la Articulación de Mujeres Indígenas de Paraguay.
  • Formarnos y trabajar por la igualdad de género.
  • Confiar entre nosotras y apoyarnos como mujeres.
  • Seguir trabajando por la recuperación y el mantenimiento de nuestra cul-
    tura.
  • Luchar por una mejor calidad de vida de nuestros niños, jóvenes y ancianos.
  • Denunciar las situaciones de injusticia y de ausencia del Estado.
    Luque, Paraguay, 5 de diciembre de 2019