En el 2010, un estudio reveló que de cada 100 personas que salen del Paraguay, 55 son mujeres. La migración para las mujeres paraguayas implica procesos familiares y personales complejos: desde el cambio de roles, ya que cuándo las mujeres migran generalmente se convierten en proveedoras de las economías familiares hasta la pérdida del vínculo con los hijos. En el libro Migrantes se recoge algunos de estos aspectos que muchas veces se vuelve más complejo aun cuando la mujer que migra es madre: se las responsabiliza del cuidado, pero cómo al migrar el cuidado se vuelve mediante un apoyo económico desde la distancia, hay situaciones en las que se les responsabiliza incluso del fracaso familiar. El rol del padre en el cuidado es como un eterno costo económico y político que las mujeres que migran deben resolver desde la distancia. También para muchas mujeres, migrar es la única forma de salirse de relaciones de pareja violentas. A propósito de un evento que tendrá lugar este domingo 28 de agosto, a las 14 horas, bajo el nombre de “Pre-Congreso de la Mujer Paraguaya Migrante en Estados Unidos” con un conversatorio sobre “Mujer, Paridad & Migración” se publica en la página Queremosparidad.net una entrevista con una mujer migrante que trae al debate algunos aspectos en torno a estos procesos que involucran temas de cuidados y que reclaman a su vez participación política como una forma de generar políticas públicas para resolver estos temas.
Margarita Marilyn Sánchez es migrante residente en New York y referente de la comunidad paraguaya en Estados Unidos. Comunicadora social. Fue activista por los derechos al voto del migrante paraguayo. Actualmente se desempeña como Secretaria General de la Red de Mujeres Paraguaya por el Mundo.
Hija de paraguayos, educada en Asunción Paraguay, vivió más de la mitad de su vida en Nueva York. Esposa de un paraguayo, Margarita asume una identidad paraguaya a pesar de haber nacido en el Chaco Argentino. Convencida del derecho de nacionalidad paraguaya para los hijos de paraguayos nacidos fuera del país.
¿De qué se trata el Encuentro que van a tener en New York?
La Red de Mujeres Paraguayas por el Mundo (RMPM) busca organizar a las mujeres paraguayas migrantes a través de este pre congreso, con talleres de análisis sobre nuestras necesidades en diferentes localidades. Este es el segundo encuentro. El primero tuvo lugar en Buenos Aires el 07 de agosto y Nueva York es el segundo espacio.
“Mujer, Paridad & Migración” contará con la presencia de Lilian Soto, integrante del Grupo Impulsor de la Paridad Democrática (GIPD) y Amanda Núñez, Parlamentaria del Mercosur por Paraguay.
El encuentro tendrá lugar en un local ubicado en el 235 Glen Street, Glen Cove NY 11542 y es organizado por la Fundación Cultural Paraguayo Guaraní de Miami, el Congreso Paraguayo de Migrantes en Estados Unidos, la Red de Mujeres Paraguayas por el Mundo y el Centro de Documentación y Estudios (CDE) con el apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres
¿Cómo surge la idea de una Red de Mujeres Paraguayas por el Mundo?
–Surge como una propuesta de María Elena Sartorio, paraguaya radicada en Suiza, tras los consecutivos Congresos de la Migración Paraguaya, realizados desde el año 2008 desde donde se distinguían las mujeres por su activa participación, habiendo otras prioridades como la campaña por el voto y luego las inscripciones. Aunque esto temas son de vital importancia para nuestra visibilidad como migrantes, sentimos que las mujeres tenemos necesidades diferentes a las del hombre paraguayo migrante y necesidades que resolver en el país que dejamos así como en que residimos.
¿Cuándo se fundó esta organización?
-La Red de Mujeres Paraguayas por el Mundo se fundó el 17 de agosto 2015 en Asunción en el salón auditorio del Ministerio de la Mujer, con la participación de 43 representantes de diferentes países en un Pre-Congreso de la Mujer Paraguaya Migrante, en el marco del V Congreso de la Migración Paraguaya. La Cámara de Diputados de la Nación Paraguaya declaró de interés la creación de la Red de Mujeres Paraguayas por el Mundo y hoy día cuenta con personería jurídica. Varias organizaciones fueron adhiriéndose posteriormente.
¿Por qué debería interesar la participación política a las mujeres paraguayas que viven en el exterior?
-Hay una conciencia que empieza a crecer más cuando se está lejos del país, cuando justamente se observan las diferencias en las organizaciones sociales y políticas de los países en donde residimos. Comparamos y aprendemos otros modelos de vida. A veces, a un costo demasiado alto ya que renunciamos a nuestras familias y amigos, a nuestro hábitat para sufrir la adaptación a lugares tan difíciles con culturas y desarrollo totalmente diferentes a las nuestras, con otros idiomas. Muchas veces, nuestro pensamiento está siempre en nuestro país, en los hijos que dejamos, en los padres ancianos y hermanos que van muriendo lejos de nosotros, pero solucionamos el problema económico, sin el reconocimiento de nuestros gobiernos, de ningún estado que se preocupe de lo que significa nuestra ausencia y los cuidados que requieren las familias que dejamos.
¿Cómo se ve desde afuera la ausencia de políticas de cuidados?
-En otros países vemos como existen los servicios sociales, la educación incluida en derechos inalienables de la ciudadanía de esos lugares donde residimos, lo que sin duda hace que analicemos el porqué de nuestra realidad nacional tan quebrantada. Vemos también en manos de quien están estas decisiones históricamente: en la de los hombres. Entonces sabemos que el voto para decidir el destino de nuestro país es una prioridad, pero hay una visión clara de que no tenemos representación de género, hay poquísimas mujeres en cargos públicos, diputadas, senadoras, concejalas, intendentas y puede que ahí radique el problema; puede que desde el punto de vista femenino, podrían hacerse mejor las cosas, podrían comprenderse mejor estas necesidades de madres e hijas, la sensibilidad de una óptica diferente ante los problemas sociales que tenemos en nuestro país.
¿Respaldan el proyecto de Ley de Paridad Democrática?
-Así es. Las mujeres paraguayas históricamente han tenido un protagonismo marcado en la economía del hogar y por ende, dentro del país. Sin ser visibilizadas como ejecutoras de las políticas de gobierno, han marcado pasos que son apenas mencionados. Hay muchísimas mujeres muy capacitadas que trabajan en la política, pero no llegan a ser electas, creo que debemos exigir mejores lugares de representación y desde el exterior debemos apoyar y fortalecer esa lucha por conquistar esos espacios, que alguna vez podrán ser nuestros también. Por eso, apoyamos el proyecto de Ley de Paridad Democrática.
red de mujeres en new york
¿Cómo participan las mujeres en espacios de la comunidad paraguaya en New York?
-La comunidad paraguaya en Nueva York tiene una rica historia en sus diferentes organizaciones, desde mi punto de vista ha evolucionado enormemente en los últimos diez años. Como comunicadora social siempre estuve muy empapada de los tejes y manejes de la dirigencia local, que justamente desde que existe el proceso de transición a la democracia ha estado en la búsqueda de identidad política y de representación, pero con los mismos defectos que arrastramos como parte de nuestra idiosincrasia cultural tras tantos años de represiones y de soplonaje, haciéndose difícil la dirigencia en cualquier ámbito, social o cultural y menos aún en lo político. Se ha sentido los efectos de la influencia de cambios en toda Latinoamérica que llega a su punto cumbre en Paraguay con el gobierno de la alternancia. Esa efervescencia también se sintió en el exterior y la migración paraguaya se organiza consiguiendo más espacios, acompañado desde las organizaciones locales. Personalmente, me ha tocado la experiencia de presidir la institución más antigua de NY city en un momento clave. Mo tocó dar la bienvenida al primer presidente de la alianza, lo que significaba una revolución forzada en la mirada de los hombres y mujeres acostumbrados a ser representados por varones. Esto ha tenido un costo bien alto para mi persona en lo social, pero que no ha mellado en mi espíritu activista. Por el contrario, puedo decir con orgullo que he abierto el camino a mis congéneres a atreverse a hacerlo inclusive mejor de lo que yo hubiera hecho, porque la barrera cultural casi misógina había sido derribada; desde entonces el Centro Paraguayo ha tenido presidentas mujeres y varias vicepresidentas, así como varias organizaciones hoy día son dirigidas por mujeres paraguayas líderes dentro de la comunidad. Las mujeres migrantes muchas veces rompen con los roles asignados por la sociedad en cuanto a los cuidados y se convierten en proveedoras.
¿Qué mirada se discute en torno a esto?
-Claro, muchas veces al dejar a los hijos en manos de abuelos o tíos, dejamos el papel de ama de casa, de madres e inclusive de cuidadora de nuestros padres ancianos. Hacemos el papel de proveedoras que suele asignarse al padre de familia. Esta es una transición muy difícil de superar, solo la necesidad de supervivencia hace sobreponerse y aprender a subsistir encontrando trabajo, ser autosuficientes y proveer a los que dejamos; es más que un renacer, mirando desde el patrón en el que nos criamos generalmente en Paraguay.
El valor de nuestras remesas es una asignatura pendiente que estoy segura con este pre congreso pasaremos a encarar de alguna manera más analítica y sopesar en forma organizativa y política el enorme aporte que hacemos a la economía nacional de nuestro país. Con el tiempo, las mujeres evolucionamos y crecemos en información y de hecho esto modifica la conducta individual de cada una al tener poder económico gracias a nuestro trabajo y ser proveedora de nuestras casas e inclusive aquí en este país, existe mejor ingreso con relación a los hombres.
¿Cuántas mujeres paraguayas hay en New York?
-Sin tener una estadística exacta, es posible que la tendencia sea como la de la migración paraguaya en general: mayoría femenina. En Estados Unidos hay más trabajo para mujeres durante el año que para hombres, creo que eso podría suceder igual en otros países. Eso también nos da de hecho más seguridad, las mujeres descubrimos la autosuficiencia y el empoderamiento gracias al trabajo y nos desenvolvemos socialmente con seguridad buscando el protagonismo en las decisiones de nuestras vidas y los que nos rodean.
¿Cuáles son los tipos de violencia que se observan que afecta a las mujeres migrantes?
-En USA hubo una época en que hubo varias denuncias de abusos con las recién llegadas, mujeres de las que se aprovechaban otras personas con conocimiento del idioma y las leyes de este país. Pero siendo estas leyes tan estrictas, son pocos los casos que recordamos con relación a España u otros países.
La violencia generalmente la sufrimos desde nuestro país, aunque no sea física, es tan lacerante como eso o más. Hay varios casos donde la distancia ha quebrado la familia para siempre, si el esposo se ha quedado en Paraguay, pronto rehace su vida con otra dependiendo a veces del dinero que envía la madre ausente, hay casos de violencia psicológica, verbal y de manipulaciones con los hijos que quedan allá; que a más de trabajar día y noche para subsistir solas aquí, debe enviar dinero para cubrir las necesidades y siempre caen en una dependencia de chantaje emocional que no se supera fácilmente, de toda una familia beneficiada y de los mismos hijos. La dependencia de las remesas es de hecho una navaja de doble filo. Hace bien y hace mal, creando vicios que no ayudan al desarrollo de responsabilidad en los hijos criados con esas remesas y el mismo gobierno soluciona los problemas de salud y educación con un emigrado por casa en toda la República.
¿Cuántas mujeres están habilitadas a votar desde New York?
-Desde las inscripciones manuales, ha habido apenas un total de dos mil personas inscriptas para votar, esto es lo que habilita al voto. Con la ley, por cierto también mutilada, cuando el proyecto de ley original era incluir también el voto por internet; con esta ley de inscripción por internet esperamos que eso mejore, a pesar de que sigue habiendo muchas trabas dentro de las reglamentaciones, como la dificultad de demostrar comprobantes de dirección, cuando hay una importante cantidad de residentes indocumentados, sin dirección fija. No todo el mundo tiene conocimiento de video llamadas, o no dispone de tiempo para lo mismo, ya que requiere de un horario de oficina para el Tribunal Electoral y para nosotros, es permiso de horario de trabajo. Si se tiene en cuenta de que, de acuerdo a la Constitución Nacional, todos los ciudadanos paraguayos somos iguales ante la ley, vivamos donde vivamos, la segregación y discriminación contra quienes emigran sigue más que vigente con reglamentaciones, que no facilitan la inscripción para el voto como debería hacerlo rl Tribunal de Justicia Electoral. Al contrario, hay, parece, una premeditación y alevosía en esto de hacerlo más difícil cada vez. Está visto que el miedo al voto del paraguayo en el extranjero destaca una ciudadanía con un voto diferente, un voto independiente y cada día más consciente.